Intensa campaña en España para eliminar los trastornos de la alimentación
Las ultra flacas están out
El aumento de pacientes con anorexia y bulimia llevó a España elevar el mínimo de índice de masa corporal exigible para estar en las pasarelas. Flacas, pero no tanto. Es una de las medidas para generar una cultura de “tallas reales”.
Rosalía López Vega
Ser flaca-flaca pasó de moda. La culpa es de la anorexia y la bulimia. Hoy lo que se lleva es tener una figura saludable, para lo cual diversos países están focalizando sus esfuerzos en la industria de la moda, cuna de la delgadez como sinónimo de belleza: los requisitos para ser modelos están cambiando.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la “figura saludable” se mide a través del Índice de Masa Corporal (IMC), y así es como la recomendación es lograr un IMC entre 18 y 25 puntos. En España, de hecho, aquellas modelos que presenten un IMC menor a 18, considerado bajo o infrapeso, deben salir de las pasarelas.
Por lo mismo, buena parte de los diseñadores de moda ya han descartado de sus desfiles a modelos excesivamente delgadas. Pero hay más.
El Ministerio de Salud suscribió un acuerdo con las principales marcas y casas de modas para establecer “tallas reales”, evitando así que la excesiva delgadez se apodere de las españolas.
Esto, por ejemplo, porque las autoridades han detectado que las industrias estaban etiquetando ropa con tallas más pequeñas que la verdadera, todo para parecer a las clientes que tienen talla menos.
La idea no sólo es eliminar ese tipo de prácticas, pues ayuda al aumento de trastornos alimenticios y de salud que promueve el querer ser flaca, sino además renovar el tipo de medidas de las prendas de tal forma que se adapten a los cuerpos de mujeres normales.
La crítica también nace del 40% de las mujeres que no logra encontrar ropa a su medida, justamente porque las maniquíes presentan rasgos de cuerpos perfectos, los que no coinciden con el normal y más común de las mujeres.
Cuerpos y cuerpos
Existen varios parámetros para encasillar siluetas. De hecho, un estudio realizado recientemente en España, los “tipos” representativos de figura femenina son básicamente tres: Cilindro, para perímetros similares de pecho, cintura y cadera; campana, con pecho y cintura similar, pero cadera más ancha; y diábolo, pecho y cadera similar, cintura más estrecha.
La doctora María Patricia Cordella, jefa de la unidad de trastornos de alimentación del departamento de Siquiatría de la Universidad Católica, señala que limitar la silueta de las mujeres a ciertas tallas hace que “en la comparación, todas las mujeres entremos dentro de lo deseable, lo que es muy bueno para todas. Pero el trastorno de la alimentación sólo comienza por ahí”, advierte.
La verdadera prevención -añade Cordella-, está en la “búsqueda de la silueta ideal como una forma de salir del dolor existencial”, por lo que no se trataría patologías de la belleza sino que de “patologías de un profundo sufrimiento síquico”, dice. En otras palabras, a través del control del peso y de la imagen, lo que algunas personas en realidad buscan es “sanar heridas emocionales que siguen abiertas”.
NOTA: articulo tomado de: http://www.lanacion.cl/
